Muestra misericordia (2/24/20)

Monday, February 24th, 2020

Mercy

(in English)

“Porque para siempre es su misericordia.” Salmo 136

“Vayan y aprendan lo que significa: ‘Misericordia quiero y no sacrificio;’ porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores.” Mateo 9:13

 “Sean misericordiosos, así como su Padre es misericordioso…” Lucas 6:36

 

La misericordia es poderosa, transformadora, esperanzadora, dadora de vida, y fundamental tanto para el Antiguo como para el Nuevo Testamento. La misericordia es saber que somos perdonados. La misericordia habla del amor inagotable de Dios por cada uno de nosotros. La piedad es demostrada diariamente a través de nuestros actos en compasión, perdón, agradecimiento y en amor. Misericordia es que Jesucristo ha resucitado y está presente.

El mundo está siendo delimitado por la retribución, división, la falta de responsabilidad, y por una actitud de que el “ganador se lo lleva todo.” La misericordia es a veces olvidada e ignorada, a pesar de su poder amoroso. No podemos ser seducidos siendo rehenes por caminos mundanos. Tenemos que demostrar en cada uno de nuestros pensamientos, palabras y obras, que por la misericordia y el amor de Dios hemos sido liberados.

Le pido a todas y todos los fieles de esta diócesis a que se unan conmigo en esta temporada sagrada de Cuaresma para que tomen tiempo en oración y práctica de misericordia. Es un tiempo donde abrimos nuestro ser para conocer la misericordia de Dios y así demostrar con piedad el trato que tenemos con los demás.

En todos los Evangelios, Jesús muestra misericordia abrazando a los marginados y rechazados, dando de comer al hambriento, sanando al enfermo, resucitando al muerto, perdonando al pecador, y dando la bienvenida al extranjero. La raíz de la palabra misericordia proviene de misericordis, que significa abrir el corazón de una persona en relación con los sentimientos a compadecerse de la miseria. Jesús entra en nuestras vidas, reflejando el rostro amoroso de Dios hacia el mundo. El profundo amor de Dios por cada uno de nosotros significa que Jesús siempre responde a nuestro dolor y sufrimiento.  

La piedad precede a los todos los milagros grandiosos. Muy a menudo imagino cómo aquellos que han sido heridos, que están perdidos y en soledad, se acercaron con humildad a Jesús. En el momento que Jesús le miró  sus ojos, cada fibra de del ser fue saturada de la misericordia de Dios en cada uno de ellos. Pienso cómo sus corazones han sido llenos del amor de Dios y han despertado a la conciencia de las bondades que tienen. Un gran teólogo ha dicho: “Dios perdona, no con un decreto, sino con el toque de su mano. Jesús va más allá de la ley y perdona con su toque de cuidado, acariciando las heridas de nuestros pecados.”

Como seguidores de Jesús, estamos llamados a compartir la misma misericordia que se nos ha dado con cada persona que nos encontramos.

Nuestras vidas entonces se convierten en una interacción sagrada cuando a través de la oración abrimos nuestros seres ante la presencia de Dios, conociendo a Jesús por causa de nuestro anhelo de unidad y armonía con Dios. Entendiendo que necesitamos la piedad de Dios, viviendo agradecidos de que somos bendecidos con su misericordia. Por lo tanto, vivimos como personas transformadas, conscientes de nuestro despertar, siendo compasivos seguidores de Cristo. 

Les invito a participar durante Cuaresma de la siguiente práctica, centrada en la misericordia:

1.   Piensa como mínimo, en cinco nombres de personas, escríbelos en una hoja de papel. Pueden ser más de cinco personas, pero empieza con cinco. Durante la Cuaresma, orarás por estas personas.

2.    Ahora es la parte más difícil. De las cinco personas que escogiste para mantenerlas en oración, asegúrate de que dos de ellas deberán ser personas con las que tienes conflictos, estás apartadas de ellas, tienes dificultad en perdonarlas o que realmente no te agradan. En tus oraciones, pídele a Dios que las bendiga durante el día, ora que solo lo bueno les suceda en sus vidas, ora por amor y esperanza.

3.    La primera cosa que harás en la mañana es orar por estas personas, según vaya pasando el día, y lo último que hagas en la noche. Durante toda la Cuaresma, ora por estas personas teniendo en tus manos la hoja de papel con los nombres.  

4.    Te pido que tomes la hoja de papel el Viernes Santo o durante la Gran Vigilia Pascual, y reverentemente dispongas de la hoja, puedes clavarla en la cruz, o tal vez quemarla en el fuego del cirio pascual.

5.    Te pido que invites a una de estas personas por las que has orado durante la Cuaresma, a que vayan contigo a uno de los servicios de Semana Santa.  

6.    El Domingo de Pascuas de Resurrección, reflexiona en la temporada de misericordia y oración en Cuaresma. Cuando vayas a tomar la Santa Comunión, ofrenda con gozo y gratitud los nombres de las personas que mantuviste en oración durante la Cuaresma.  

Finalmente, siempre me agrada compartir alguna lectura de un libro o alguna película. Recientemente estuve viendo The Last Days in the Desert (Los últimos días en el desierto), una película que captura los últimos días del tiempo de Jesús en áreas desiertas.  Según se observan algunos actores que no representan la gente y cultura de Tierra Santa, podría provocarte, como a mí me sucedió, reflexionar profundamente en las relaciones y del tiempo de Jesús en el desierto.

Dios le bendiga a cada uno de ustedes, les resguardo en mi corazón según caminamos juntos durante Cuaresma. Que la bendición de Dios Todopoderoso los acompañe, a todos ustedes y a todos los que amas, en este día y siempre.  

 

Bishop signature

Muy Illmo. Rvdmo. Daniel G.P. Gutiérrez

XVI Obispo de la Diócesis Episcopal de Pensilvania

“Por lo tanto, como escogidos de Dios, santos y amados, revístanse de entrañable misericordia y bondad, humildad, amabilidad y paciencia, de modo que se toleren unos a otros y se perdonen si alguno tiene queja contra otro. Así como el Señor los perdonó, perdonen también ustedes. Por encima de todo, vístanse de amor, que es el vínculo perfecto.” Colosenses 3:12-14.